Los más jóvenes de la comunidad se divirtieron en colectivo con varios juegos tradicionales (trompo, perinola, yoyo, cuerda de saltar, hula hulas, y pelotica é goma. En épocas pasadas, cuando nuestros niños no estaban bajo la hipnosis de un xbox, o qué sé yo cuál artilugio tecnológico salían a la calle a jugar con otros niños. Estas tradiciones se deben rescatar, ya que permiten entre otras cosas, el empoderamiento de los espacios públicos y la recuperación de la conciencia colectiva. En el fondo de esta foto, se encuentra un Capriles Iscariote esperando recibir la candela que a fuerza propia se ganó.
Es tradición que antes de la quema del monigote se lea el testamento que éste deja a sus súbditos. se trata de un jocoso documento que denuncia personajes y acciones que la comunidad considera condenable de forma poética y jocosa. En breves publicaremos el testamento para su deleite.
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